5 Lindos Ejercicios para Sanar, Querer y Valorar a tu Niño Interior
Todos llevamos a nuestro niño interior, ¡es inevitable! pero, cuando nos convertimos en adultos, olvidamos que existe y que lo podemos encontrar disponible cuando lo necesitamos.
Nuestro niño interior es esa parte que conservamos intacta vivencias y experiencias agradables o desagradables que vivimos cuando fuimos pequeños. Guarda hermosos tesoros que nos recuerdan por ejemplo, qué queríamos ser cuando creciéramos.
Estar en contacto con nuestro niño interior, no solo nos ayuda a amarnos y respetarnos más, sino también a conocernos, comprendernos, cuidarnos y valorarnos.
¿Qué te parece si nos tomamos juntos un tiempo para disfrutar de los “instantes mágicos” y compartir con nuestro niño interior?
Practicaremos estos cinco sencillos ejercicios para sanar, querer y respetar a tu niña interior, poniendo atención a nuestra respiración POR AL MENOS UN MINUTO y SONREÍR mientras lo hagas.
¿Listx?
Ejercicio 1: recordar una canción
Busca una canción que amabas escuchar cuando eras niño, (si no la recuerdas, pregúntale a algún familiar, amiga o amigo).
Cuando tengas tu canción, practica por un momento el ejercicio de la respiración que previamente platicamos y pon a sonar tu melodía. Presta atención a todos los recuerdos que vengan a tu mente, amigos, amigas, pensamientos, emociones y lugares.
Al finalizar, abrázate fuerte y felicita a tu “yo niña” por todos los recuerdos que trajo a tu mente.
Ejercicio 2: usa una foto de cuando eras niñ@
Busca una foto tuya de cuando eras pequeño. Cuando la tengas, obsérvala y exprésale varios “deseos cariñosos” a esx niñx tan hermosx que estás viendo.
Dile todo lo que quieras decirle durante dos o tres minutos, por ejemplo: “deseo que seas feliz”, “deseo que te sientas tranquilo”, etc. Cuando termines el ejercicio, abrázate e imagínate que estás abrazando a esx niñx que estuviste prestándole tu amable atención durante esos minutos.
Ejercicio 3: dile cosas hermosas a tu niñ@
Conserva la foto que utilizaste en el ejercicio anterior o busca otra que te encante.
Ponla como foto en la pantalla de tu celular o llévala impresa en tu cartera. Lo importante es que cada vez que la veas, le digas en silencio cosas hermosas y cariñosas, como: “eres hermosx, me encantas, eres una belleza…” y sonrías cuando termines de hacerlo.
Este ejercicio es una manera muy fácil de despertar a tu niño interior, tenerlo siempre contigo, amarlo, cuidarlo y protegerlo.
Ejercicio 4: recordar a tu niñ@ interior
Para el cuarto ejercicio te invito a que cierres tus ojos, recuerdes a tu “niño interior”, pongas ambas manos sobre tu corazón y en silencio o en voz baja, le digas cuánto lo quieres, cuán importante es para ti, que lo perdonas por las cosas que pasaron o no salieron bien y le des las gracias por estar allí para ti cada vez que lo buscas o lo necesitas.
Ejercicio 5: tu foto y la foto de tu niñ@ interior
Y como último ejercicio busca una foto tuya actual y ponla al lado de otra de cuando eras niño. Obsérvalas por unos minutos, sonríeles y diles cuánto los quieres y cuán feliz estás de que los dos sean tan unidos, confidentes y amigos sinceros.
Hacer estos ejercicios te ayudará a reconocer a tu niño, conocerte mejor, perdonarte, sanar asuntos pendientes, recordar tus sueños y no perder el entusiasmo que necesitas para seguir adelante.
¡Feliz día del niño siempre!