Espiritismo, ¿Una forma de Comunicarse con los Espíritus?
ESPÍRITU: (del latín spiritus, derivado de spirare, soplar).
En el sentido especial de la doctrina espiritista, los Espíritus son los seres inteligentes de la Creación que pueblan el Universo fuera del mundo corporal. La naturaleza íntima de los Espíritus nos es desconocida: ellos mismos no pueden definirla, sea por ignorancia o por la insuficiencia de nuestro lenguaje. «El Espíritu, está formado de una substancia de la que la materia impresiona nuestros sentidos. No puede darnos ninguna idea. Se le puede comparar a una llama o chispa cuyo fulgor varía según el grado de su depuración. Puede afectar toda suerte por medio del periespíritu que está rodeado.» 1
El espiritismo es una práctica que se basa en la idea de que existe un espíritu. Esta práctica consiste en invocar o llamar a personas que murieron, también puede ser que los espíritus por voluntad nos visiten.
Usualmente esta es una práctica para lo cual se requiere de un don especial y usualmente no se adquiere solo, se nace con el ya sea por vez primera o es heredado. Esto quiere decir que alguien de tus antepasados lo tuvo y las generaciones subsecuentes lo llevan consigo.
HISTORIA DEL ESPIRITISMO
La historia del espiritismo no empezó en el siglo XIX con las manifestaciones de Hydesville. La cronología de los pueblos nos enseñan que el hombre desde sus orígenes primitivos hasta nuestros días posee una intuición inherente del mundo invisible.
Es imposible datar el origen de las manifestaciones de intercambio mediúmnico porque las comunicaciones y los fenómenos espirituales siempre han existido desde que el hombre encarna en la Tierra, pues tales hechos responden a una ley absolutamente natural.
La forma más básica que fascinaba al hombre en la creencia de una fuerza superior se exteriorizaba con la fuerza de la Naturaleza, y éste deseaba dominarla de tal forma que pudiera manipular a su antojo los acontecimientos.
Son numerosos los relatos verbales, que pasan de generación en generación, y que expresan alguna relación de los vivos con los muertos.
Sin embargo el código religioso más antiguo que habla de la existencia de los espíritus de que se tiene noticia es el Código Veda, escrito en la antigua India.
Tiempo después las sociedades aún primitivas crearon los talismanes, objetos o actos usados y adorados para intentar contener la fuerza de la Naturaleza.Estrechamente ligada a este concepto está la idea de tabú, que es la prohibición de hacer o decir algo determinado, impuesta por ciertos respetos o prejuicios de carácter social o psicológico.
Progresando un poco más en la evolución humana y descorriendo el velo que cubre parte de la historia del hombre antiguo, descubrimos que nuestros antepasados comúnmente se encontraban imbuidos de miedo a todo lo que escapaba a su comprensión, atribuyendo a los fenómenos espirituales, cuyo origen ignoraban, un carácter completamente sobrenatural y maravilloso, tratándolos más tarde como prodigios o milagros.
La etapa siguiente fue el animismo. La fuerza poderosa es visualizada en forma de espíritus personales. Los espíritus de la Naturaleza tienen forma humana y habitan en árboles, piedras o lagos, los pueblos les aceptaban como parte integrante de su sociedad. En este período los ancestros son espíritus con un conocimiento, poder y presencia limitados. Se debería mantener una relación favorable con ellos para no sufrir su ira.
Las tentativas de intercomunicación fehacientes reveladas por los hallazgos de épocas remotas manifiestan las numerosas prácticas de la exteriorización de la adoración y del culto a lo desconocido.
Las señales pictóricas de edades lejanas descubiertas en rocas, así como las esculturas primarias muestran ofrendas y ritos al cielo, prueban que esos hechos formaban parte de lo cotidiano de esas sociedades. Culturas como la babilónica, la china, africanas, india, azteca, maya y la inca son ejemplos de ello.
Igualmente, el análisis del rastro histórico de las huellas dejadas por nuestros predecesores egipcios, hebreos, griegos y romanos sigue revelándonos el gran interés que se ha manifestado siempre con relación a lo divino y lo espiritual en el transcurso de la existencia humana.
Igualmente el análisis del rastro histórico de las huellas dejadas por nuestros predecesores egipcios, hebreos, griegos y romanos sigue revelándonos el gran interés que se ha manifestado siempre con relación a lo divino y a lo espiritual en el transcurso de la existencia humana.
Con la evolución se desarrolló la noción de fuerza vital, fuerza que se desprendía del cuerpo en el momento de la muerte. Se concibió una jerarquía de divinidades que dio origen a la idea de un Dios en los cielos.
La etapa siguiente es el politeísmo, las culturas progresan sosteniendo la creencia en espíritus finitos y la adoración de dioses.
De esta etapa se evoluciona al henoteísmo, que es la creencia en muchos dioses con la adoración de uno solo, avanzando al monoteísmo, o sea la adoración de un solo Dios.
La Humanidad fue desarrollando poco a poco la intuición de la existencia de un único poder superior de forma paulatina y proporcional a su grado de conocimiento.”2
Mi experiencia personal como científico e hijo de una familia con este don
Como esto no es una ciencia, sino una práctica muy parecida a la de cualquier religión, solo podemos especular y hablar de lo que se sabe. En mi caso hablaré desde mi experiencia personal.
Los espíritus son buenos o malos, tomando en cuenta que son la huella que deja una persona en el plano terrenal, estos serán como fue la persona en vida. Muchas veces, es más fácil que se manifieste el espíritu de una persona recién fallecida. La manera más común en la que se comunican, no es usando una tabla ouija, si no a través de los sueños. Los ancestros, principalmente aquellos que conocimos en vida, se comunican con nosotros para decirnos aquello que no pudieron decir en vida, pedirnos que terminemos algún pendiente que dejaron ó para darnos una advertencia, avisarnos de algo malo que puede pasar para que tomemos precauciones. También pueden darnos señales de algo que ocurrirá, ya sea bueno o malo. Aquí también entra el método de la adivinación. Se dice que nos dicen mucho más de lo que puede decir el consciente. En la ciencia esto es en parte cierto, debido a que cuando estamos en la etapa más profunda del sueño, comenzamos a soñar. Es ahí cuando la actividad del cerebro es casi nula, estamos más relajados y estos nos muestran lo que el consiente no quiere admitir y el subconsciente debe enseñarnos. Bajo la creencia espiritista, es la etapa del día donde estamos más susceptibles a todo: a ataques y a que nos muestren mensajes.
Como una persona que su vida la ha dedicado al estudio de las ciencias, de la matemática, física, química, biología y demás ciencias exactas y experimentales, les puedo decir que soy una persona que se enfoca a los hechos, al método científico, creo en aquello que es comprobable con evidencia tangibles. Según mi formación no debería de creer en este tipo de manifestaciones, ya que no hay evidencia científica contundente que indique que existe el espíritu, o que hay algo después de la muerte. Sin embargo, en mi experiencia personal y por las referencias que existen en mi legado familiar, debo decir que creo en los espíritus, entes que ya no forman parte del mundo terrenal.
Mi familia es matriarcal, las mujeres siempre han llevado el mando de la familia y son estas mismas las que poseen un don especial. Mi tatarabuela, mi bisabuela, mi abuela, mi madre, mi tía, mis hermanas y mis sobrinas tienen este don. Llámenle intuición o llámenle la protestad de poder percibir aquello que no vemos.
Ellas han presenciado cosas que cuestan trabajo creer, han visto las manifestaciones de espíritus y han sido receptores para que otros familiares se comuniquen. También han tenido premociones de sucesos. A lo largo de los años han tenido señales claras. Una anécdota que puedo compartirles es que cuando mi madre sueña a mi tatarabuela, es presagio de que alguno de mis familiares va a fallecer. Ha coincidido con las muertes de mis tías bisabuelas y recientemente mi bisabuela. Mi bisabuela tenía la habilidad de ver espíritus, y si estos eran malignos hacia rituales de protección.
Se dice que todo esto se podría comparar con la intuición. ¿No les ha pasado que conocen a una persona y sienten repulsión por alguna razón que no saben explicar? A mi me ha pasado, y el tiempo me ha dado la razón del por qué no me daba buena espina una persona. Te sugiero que si lo llegas a sentir, le hagas caso porque en este caso la intuición es un mecanismo de defensa que tenemos. A veces nuestros sentidos perciben más de lo que podemos procesar. Si en algún momento tienes la intuición de que debes de escapar de algún lugar o de una persona, hazlo, puede ser que esa intuición sea correcta.
Querido lector, si te ha pasado algo de esto, escríbelo en los comentarios. Nos gustaría saber tu experiencia con relación a este tema.
Recuerda, hazle caso a tu intuición. “Si el río suena es porque agua lleva”
REFERENCIAS