Carmen Lomana, Celebrando su Vida, Trayectoria y Cómo la Vida Cruzó Nuestros Caminos
La vida es mágica, siempre he creído que esta tiene una rúbrica o una melodía especial que depende el momento y la situación nos acompaña.
Quiero contarles que la melodía de esta historia es “Alfonsina y el Mar” y el motivo es simple, porque es una de las canciones favoritas de la protagonista de esta historia.
En mi último viaje a España y estando a unos días de terminar de vacacionar en Barcelona y trasladarme a Madrid tuve la corazonada de escribir un mensaje para una cuenta de Instagram que salía directamente del corazón y que tenía como destinatario una mujer cuya personalidad, belleza, inteligencia y elegancia habían marcado mi vida y la forma en la que me conduzco desde los 17 años, naturalmente me refiero a Carmen Lomana, aproximadamente eran las 4:30 de la tarde y yo estaba en el tren “ave” con dirección a Madrid, había sido una tarde difícil y tenía muchos sentimientos encontrados tenía miedo que mi mensaje no fuera contestado y que el viaje que hacía a esa ciudad estuviera incompleto por no poder conocer a quien había sido mi fuente de inspiración y mi mejor amiga sin ella saberlo y es que cuando algo me salía mal o tenía un mal día en el colegio, directamente reproducía alguno de sus videos en YouTube y parecía curarme la vida, es por eso que digo que era mi mejor amiga sin saberlo, porque su sola imagen en la pantalla o escuchar sus palabras en alguna entrevista me ayudaban a sacar fuerzas y eso hacen los amigos, motivarte, bueno como escribí anteriormente tenía los sentimientos a flor de piel y solo tenía en mente una cosa, conocer a Lomana y mientras escribía ese mensaje en el tren, acompañado de una vista privilegiada y con el sentimiento que puede tener alguien que desea tanto algo, escuchaba de fondo la canción Alfonsina y el mar y me adentraba a un mundo de posibilidades y de esperanza a que Carmen al leer mi escrito aceptara conocerme, ¿qué creen? Así fue… una de las mujeres más elegantes y famosas de España, había aceptado salir conmigo.
La historia es larga, pero trataré de ser breve y dejar un mensaje de esperanza a quien me lea como trato de hacer cada que escribo para algún sitio.
La reunión fue días después del mensaje, en un café a un costado de una cadena de radio, yo esperaba ansioso en una de las mesas del exterior del restaurante con un whisky en las rocas y una caja de cigarros, quiero decirles, que es la mejor combinación para los nervios. de pronto sin avisar, apareció Carmen, parecía una estrella Hollywood y al mismo tiempo una mujer tan cercana, de esas mujeres que encuentras por la calle y al hacer contacto visual, encuentras de inmediato la ternura de una mirada, la feminidad y la sensualidad de unos ojos de mujer, al saludarnos Carmen se mostró generosa y al mismo tiempo calculadora, al final del día yo era un extraño, que si bien había viajado del otro lado del mundo para conocerla, no dejaba de ser ajeno y eso creo que es lo que verdaderamente le da la energía al texto, un completo desconocido teniendo la atención de una de las mujeres más buscadas de la sociedad y la prensa española, es que verdaderamente suena a mentira, menos mal tengo fotos que respaldan e ilustran este texto, (risa).
Estuvimos mucho tiempo platicando, pedí un segundo whisky en las rocas, porque seguía con el pequeño estrés de tener de frente a quien ha sido mi ideal desde adolescente, pero mi pensamiento primario era no querer comportarme como el fan y no decirle lo que seguro escucha constantemente, sobre su belleza, su ropa de diseñador, la fama o la imagen de mujer millonaria que le ha hecho la televisión de su país, quería descubrir a Carmen la mujer, Carmen la intelectual a la que tiene ese rapidez mental para contestar preguntas incómodas en una alfombra roja o hablar de política en un estudio de televisión, la que sigue llorando en silencio la pérdida de Guillermo o la que se autodenomina una “disfrutona de la vida”, creo que lo logre, trate de llegar a Carmen la amiga, la que queda en un café para platicar del clima, amores o de la buena época del cine Mexicano, la que confiesa admiración por María Félix y Frida Kahlo, la mujer que disfrutó Coyoacán en su paso por México y quedó conmovida con el estado de puebla y sus ángeles, ángeles que seguro quedaron enamorados de ella y que esperan su regreso a tierras mexicanas.
El tiempo transcurría y la plática cada vez parecía más cerca de llegar a su fin, de pronto hago la pregunta que me llevaría a conocer la casa de este icono de moda y sofisticación de un país, ¿Carmen que perfume usas?, me gustaría llevar un frasco a México, en ese momento contesto, ¿tienes algo que hacer? a lo que conteste inmediatamente No, y me dijo pues toma tu bolso y vamos a mi casa tengo un frasco de mi perfume para ti. Así fue como una reunión en un café me llevo a la casa de Carmen. Tomé mi pequeño bolso Louis Vuitton mi sweater color mostaza de las últimas rebajas de Zara y subí a su camioneta, al llegar a su casa, el chofer nos abrió la puerta del auto y en la entrada de su casa ya nos esperaba Sandra, empleada de confianza con una bolsa muy linda de regalo y un listón negro sujetando las asas de esta, dentro venia el frasco de perfume y una tarjeta con su nombre. (Espero que esta historia narrativa les dé la posibilidad de buscar cualquier sueño por más pequeño que parezca para el que tienen a lado y signifique todo para ustedes). Bueno, después de que Sandra me entregó el regalo y conocer la casa, llego la hora de despedirnos, ella tenía un compromiso familiar y yo había quedado de verme con el tío de una amiga en el centro de Madrid, así que nos despedimos con un abrazo que no olvidare y con el punto y aparte de volvernos a encontrar en algún otro momento.
Este es uno de mis primeros textos para una revista digital y decidí contar esta experiencia, porque definitivamente creo que es un aliento de esperanza para aquellos que amamos lo bello y que muchas veces estamos inconformes con lo que sucede en nuestra realidad inmediata, televisión, cultura, el entorno social dónde vivimos, educación y un sin fin de factores que nos hacen pensar que no podemos llegar a tocar las estrellas. Un escritor decía que uno escribe porque las experiencias que te da la vida no son suficientes que tienes que multiplicarlas y creo que es cierto uno escribe y uno lee para tener más vidas que un gato, es decir que cuando uno lee algo que le cautiva sobre una vida interesante se adueña de la historia y ahí mismo está viviendo la vida de quien escribió el texto y eso pasa igual con el que escribe y al dar a leer su texto, el lector está viviendo su historia y definitivamente eso lo hace imaginar y muchas veces escapar de su realidad por lo menos por un momento o le hace pensar en las múltiples posibilidades de mejorar su vida con experiencias fantásticas y simples como ir a tomar el café con un icono de moda.
Quiero dedicar parte de mi vida a escribir historias, quiero ser un contador de historias que tengan como finalidad despertar la curiosidad de quien me lea y vea en mis textos que el mundo es un sitio de posibilidades.
Este pequeño artículo lo dedicó con profundo cariño a Carmen Lomana porque fue la musa de esta primera historia.