¿Déficit de Atención e Hiperactividad? Causas y Recomendaciones para Sobrellevarlo
Hoy 13 de julio es Día Internacional de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, y promover la concientización en torno a cómo identificar si alguien padece de TDAH es importante para poder entender y empatizar.
El TDAH es una enfermedad de nacimiento que aunque puede ser controlada, no tiene cura aún. Aunque muchos tienen noción de lo que es, no todos dominan el tema. Te explicamos qué es, cómo identificarlo y maneras en las que podemos ayudar a personas con este padecimiento.
Lo primero que debes de saber del TDAH es que es uno de los trastornos de neurodesarrollo más frecuentes en la niñez e interfiere en nuestro comportamiento social. Puede ocasionar baja autoestima, problemas en las relaciones y dificultades en la escuela o el trabajo. Aunque es mucho más común identificarlo en niños, este trastorno puede persistir hasta la adultez. Es caracterizado por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad.
Sabemos que el control temprano de las enfermedades crónicas, ayuda siempre a que exista una mejora más rápida, por esta razón, se recomienda estar pendientes de los niños y niñas que manifiesten de manera frecuente los siguientes síntomas:
Hiperactividad
- Le cuesta estar sentado, corre o trepa en situaciones en las que no es adecuado.
- Habla de manera excesiva.
- Responde antes de que terminen de formularle las preguntas, demostrando ansiedad.
- Le cuesta esperar su turno. Tiende a interrumpir a otros y entrometerse.
Problemas para prestar atención:
- Comete errores por descuido.
- Pareciera que no escucha cuando se le habla directamente.
- No cumple las instrucciones y no logra completar actividades porque la concentración se le desvía.
- Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
- Se niega o le disgusta hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un período prolongado.
- Pierde cosas necesarias para las tareas y actividades.
- Tiene olvidos recurrentes.
- Puede que se mueva nerviosamente, dé golpecitos con las manos o los pies, o se retuerza en el asiento.
Es muy importante que atiendas a estos síntomas, siempre que se presenten de manera frecuente y en varios contextos (hogar, escuela, con amigos y familia).
¿CÓMO AYUDAR?
Principalmente una terapia conductual, intervenciones psicosociales y la capacitación de los padres es primordial, así como la educación y apoyo para que estén preparados ante cualquier circunstancia.
Por otra parte, no menos importante, el Omega 3 como parte de su dieta diaria, hará que el desarrollo de sus neuronas sea mucho más veloz e implementará en su sistema un desarrollo más óptimo.
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