Lactancia Real, Elevit el Suplemento Nutricional Que Rompe Mitos y Respeta la Maternidad
Lactar no es solo el proceso de dar leche a bebé, va más allá de eso. Esta mañana conocimos de la mano de Elevit, el vitamínico prenatal para mujeres embarazadas y en lactancia comprometido con este acto de amor de madre a hijo, la importancia de ayudar, no juzgar y acompañar en todas las etapas a una madre. Además, señaló lo relevante que es la salud materna, pues estar bien física y emocionalmente, es primordial para un bienestar integral.
Mamá Sana, Bebé Sano
En compañía de expertos de la salud, destacaron que durante la lactancia, el cuerpo está trabajando duro para producir leche nutritiva que ayude al bebé a crecer fuerte y sano. Existen vitaminas y minerales que pueden volverse héroes, que no solo cuidan del bebé, sino de la madre durante esta nueva etapa.
Ácido Fólico: Clave para un Desarrollo Saludable
Al ser una vitamina del grupo B, juega un rol clave en esta tarea, contribuyendo en la producción y mantenimiento de nuevas células, ya que el cuerpo necesita reparar y renovar las células que se usan para la producción de leche.
Tomar esta vitamina es como darles un pequeño empujón para que sigan haciendo su trabajo con eficiencia, evitando que se sienta fatiga y así se tenga un mejor ánimo para continuar con las actividades del día a día.
Hierro: Blindaje para el cuerpo
La lactancia puede ser un desafio para el sistema inmunológico, ya que el cuerpo está expuesto a muchas demandas de energía. Es por ello que el Hierro, fortalece el sistema inmunológico, ayudando a proteger de infecciones y manteniendo en buena forma para cuidar de tu pequeño.
Además es esencial en la producción de hemoglobina, la proteína en glóbulos rojos que transporta el oxígeno y que ayuda al cuerpo a recuperarse más rápidamente, manteniendo así saludable a mamá mientras se adapta a esta nueva etapa.
Calcio: Huesos Fuertes
Durante estos meses, el cuerpo necesita más calcio de lo habitual, ya que no solo está ayudando a que el bebé tenga huesos fuertes, sino que también está cuidando de mamá.
Los requerimientos de este mineral durante la lactancia son mayores. El calcio es importante para la prevención de calambres musculares y para evitar la descalcificación de los huesos.
Mitos y Verdades de la Lactancia
Se dicen muchas cosas sobre lo que conviene o no comer durante la lactancia materna, sobre algunos alimentos que fomentan la producción de leche y otros que la disminuyen, etc. Cualquier tipo de dudas durante esta etapa son completamente válidas, incluyendo el tema de la alimentación durante la lactancia, por ello es importante preguntar e investigar.
Para despejar dudas y tener claridad sobre este asunto, se analizaron algunos mitos comunes para saber qué tan ciertos o falsos son:
1. Cuando la mamá consume alimentos flatulentos, genera gases en el bebé. FALSO. Los gases que se producen en el aparato digestivo de la mujer lactante no pasan a la leche y, por tanto, no llegan al bebé. Así que no te preocupes por ello, las flatulencias son respuestas naturales del cuerpo ante ciertos alimentos, así que no te sientas culpable de ingerirlos durante tu periodo de lactancia.
2. La malta con huevo aumenta el volumen de la leche producida. CIERTO. La malta pura contiene vitaminas del complejo B que, junto al aporte nutricional del huevo, promueve la calidad y cantidad de la leche materna. Asimismo sucede con el consumo de cerveza sin alcohol. Ahora tienes un nuevo aliado que puedes sumar a tu alimentación durante la lactancia.
3. Las mamás con sobrepeso producen más leche y de mejor calidad. FALSO. La calidad y cantidad de leche no aumenta por la acumulación de grasa de la mujer, al contrario, si ha habido un consumo excesivo de grasas animales puede haber un depósito de ácidos grasos de mala calidad. Si quieres saber que alimentos no debes comer durante la lactancia, sigue tu sentido común y evita aquellos que no te aporten beneficios directos, ya que seguramente tampoco lo harán con tu bebé.
4. Hacer dieta para bajar de peso durante la lactancia perjudica la producción de leche. CIERTO. Un régimen alimenticio hipocalórico sí puede afectar la producción de leche materna, que requiere un aumento en el gasto energético del cuerpo de la mamá. No te presiones, acabas de ser mamá y tienes un bebé al que cuidar o alimentar. Investiga otras formas de cuidarte que no interfieran de manera tan directa con tu régimen alimenticio.
5. La mamá que amamanta debe de beber más agua que nunca. CIERTO. Una efectiva producción de leche sí requiere de una ingesta mayor de agua que la cantidad normal que toma un adulto (8 a 10 vasos al día). Además, el hacerte la costumbre de beber más agua resultará en algo benéfico a la larga.
La importancia del ejercicio, el acompañamiento paterno y la meditación
Algo sumamente para mamá será que tenga al menos una actividad física diaria de por lo menos 30 minutos. Esto puede ser caminar o hacer ejercicio que no demande cargar o esfuerzos grandes.
Por otro lado, se destacó la importancia de tener cerca el rol paterno pues esto es favorecedor para el desarrollo y acompañamiento empático de este proceso. Tener cerca a nuestra pareja es fundamental para crear una favorable y sano vínculo.
Finalmente, la meditación para maternas crea un vínculo relajador y de bienestar, ya qu esta práctica es un entrenamiento que logra una conexión sana entre la mente y el corazón, lo que permite tener una mayor libertad mental y emocional. Cabe destacar que en tiempos de crisis, como por los que podemos llegar a pasar, es de vital importancia ser conscientes de toda la información que llega a nuestra mente, ya que esta será la encargada de controlar de muchas formas nuestro cuerpo. La salud mental es fundamental.
Todo lo que se sienta durante el embarazo, se verá reflejado de alguna u otra forma en el bebé, este es un espacio que permite continuar conectándose con él sanamente. La mujer que tiene el hábito de meditar, al final estará transmitiendo su sensación de bienestar a su bebé.
Algunos de los beneficios de la meditación son:
Disminuye la ansiedad en cualquier lugar en el que te encuentres.
Adquieres habilidad para controlar tus emociones y saber cómo manejarlas.
Reduce tu tensión muscular.
Aprendes a respirar y regula tu tensión muscular.
Tu ritmo cardíaco mejora.
Recuerda, la lactancia es un proceso muy personal que no se debe vulnerar, juzgar o en otros casos romantizar, pues cada persona lo vive de manera diferente. Es momento de empoderarnos con información precisa y sobre todo recordar que las mujeres son fortaleza, dadoras de vida y su poder creador les ha dado el factor asombroso de maternar. Una mujer en lactancia es sabia y es fundamental respetar esta etapa que vive.
¿Qué opinas? Te leemos en los comentarios.