Aurora Clementini y El Poder de Transformar el Modelaje con Una Sonrisa

 

 

La modelo italiana, sienta cátedra de que la belleza está en la naturalidad, en aquello que es auténtico por ser diferente.

 

 


 

 

La modelo italiana, sienta cátedra de que lo atractivo está en ser uno mismo. El diastema, un factor único que posee y que la ha empoderado a transmitir un mensaje inspirador: la belleza está en en lo diferente; y eso es aún más auténtico y original.

 

Aurora nació en Rímini, una ciudad de mar al noreste de Italia, en diciembre de 1998. Con tan solo 26 años de edad, desborda talento en el mundo del modelaje. La vemos brillar con el sello distintivo de su poderosa sonrisa, resultado de los encantadores espacios que separan sus dientes, el diastema que la ha empoderado es un factor diferencial en el trabajo que realiza y es así como busca transmitir un mensaje inspirador, basado en la idea de encontrar la belleza en lo que por ser diferente es aún más auténtico y original.

 

2018 fue el año en el que llegó a México, como suele pasarles a muchas viajeras, Aurora se enamoró de este país bendito y lleno de maravillas; lo que sería una breve estancia se convirtió en una importante decisión: Quedarse a vivir en México, sin duda, esta elección cambiaría el rumbo de la brújula de su destino en su faceta como modelo. Clementini escribe su historia de éxito entre las murallas de una antigua ciudad maya y la costa caribeña repleta de manglares y cenotes, ubicados en el exuberante estado de Quintana Roo.

 

 

 

 

Carolina Chávez: ¿Cuáles fueron tus inicios como modelo?

Aurora Clementini: Hice cosas cuando era chiquita, pero siempre me contaron que era un mundo muy competitivo, que había cosas que no eran lindas, así que no hice mucho por permanecer ahí, pero cuando llegué a México, una persona (que en ese momento no conocía) me encontró caminando por la calle (en Tulum) y pidió tomarme algunas fotos. Fuimos a hacerlas unos días después, y ese fue el recomienzo. En Italia hacia cositas chiquitas, pero aquí cuando vi el resultado, me gustó. Otra amiga me contactó, hicimos algo más grande, con más producción. Fui haciendo una serie de confirmaciones en el camino, hasta que llegó la agencia, hicimos una junta virtual, y me pidieron viajar a la ciudad de México, esto fue en agosto y aquí estamos.

 

CC: ¿Qué es lo más satisfactorio que has vivido realizando este trabajo?

AC: Tengo que decir que algo que he notado en mí, es la constante confirmación, evolución y avance de quién soy. Algo fundamental para mí, es nunca parar de crecer como ser humano y siento que este mundo me ha dado confianza en mí misma. Algo que me satisface mucho, es por ejemplo, antes de agosto, estaba hablando con una amiga, en una fase un poco rara de mi vida, y me preguntó. ¿qué te gusta hacer? Pues el modelaje me gusta, y ahí empezó algo interior, y me di cuenta de que me gusta todo el proceso desde el día que te llaman, no solo el resultado.

Aurora Clementini destaca la importancia de contar con el impulso, la motivación y el apoyo de las amigas, mujeres que sobrepasan el discurso de la sororidad y a través de hechos concretos y tangibles están presentes para tender la mano, para acompañar, para aplaudir y celebrar los triunfos que no les son ajenos, porque también los consideran suyos pues son piezas fundamentales en el proceso.

 

CC: Aurora, creo que no soy una única que siente una curiosidad muy grande por cómo se establece conexión con el fotógrafo: cuéntanos sobre cómo es en tu caso.

AC: Muchas veces ha sido conocernos en el momento y todo suele ser muy buena onda, el ambiente se presta para trabajar, porque hay conexión desde el principio. Cuando llego a un lugar suelo sonreír, por eso es más fácil que todos nos sintamos más cómodos y trabajemos mejor.

 

CC: ¿En qué piensas durante las sesiones de fotografía?

AC: Cuando empiezo a modelar, me elevo. Mi personalidad sale en un grado superior, con respecto a la vida cotidiana. En el modelaje, es MÁS. Me expando, me siento poderosa.

 

CC: ¿Cuál es el reto principal al que te enfrentas en este medio?

AC: Hace poco me pasó que al llegar a un lugar el cliente no estaba muy amable y creó una energía un poco pesada, entiendo que el cliente tiene mucho en qué pensar, pero creo que es importante que ellos nos hagan más fácil representar su marca, sin que haya una energía tensa.

No me he enfrentado a tantas cosas que me hayan dado para abajo. Ese día que te cuento, busqué empoderarme, instalarme en mí y evitar que me afectara, porque no era un asunto personal. A veces hay que dar la vuelta a los hechos, y todo recobra un nuevo sentido. Hay que ser capaces de encontrar un lugar en nosotras, desde donde nos encontremos cómodas.

 

“Me siento aprobada por mí misma”.

 

 

 

 

 

CC: ¿Cuál es tu sueño más grande?

AC: A parte de modelar, tengo una marca de ropa con mi familia en Tulum, quiero que crezca que seamos muy internacionales. En la vida de Aurora, también, volverme más internacional. Estoy por tomar cursos de actuación, para abrir ese camino. Nunca parar de crecer.

 

CC: ¿Cuáles son tus hobbies?

AC: Me gusta mucho la cerámica, el diseño de interiores, busco encontrar arte en todas las cosas. Me gusta adornar mi cuarto… Algo fundamental para mí, es la naturaleza, venir a la ciudad ha sido complicado, pero definitivamente estar en la naturaleza, leer, ver el cielo. Me gusta escribir, cuando puedo estar serena.

Bailar salsa, es algo que no conocía en Italia, pero me encanta. La cumbia y la salsa, esos ritmos de aquí, no sé si baile bien, pero me dicen que sí.

También me gusta cantar, de niña lo hacía, pero luego paré. Hace poco grabé una canción con un amigo, fue interesante escucharme grabada. Ese también puede ser un camino.

CC: Aurora y yo compartimos el amor por habitar en lugares cercanos al mar, incluso evocarlo nos produce sonrisas y un estado de bienestar.

Ambas vivimos un tiempo en Tulum, conocemos la majestuosidad de despertar bajo un sol que lo abarca todo, y de un mar que da la oportunidad de renovarse cada día.

 

AC: He estado cerca del mar siempre, no solo en México, sino en Italia, aunque no vaya diario a la playa, me gusta tener el elemento agua cerca, y aunque en la naturaleza es más sencillo agradecer por lo que pasa en ella, he descubierto que en realidad es un lugar interior, las cosas exteriores ayudan a que el ambiente sea bueno, pero hay algo más importante adentro. Y no he parado de agradecer.

Y es que, la gratitud es el arte de transformar lo común en algo extraordinario, es tener la capacidad de encontrar en las rutinas las oportunidades para sentir felicidad y transmitir al mundo la luz que se irradia en el acto de agradecer. Cuando es posible reconocer en los detalles y en todo aquello que se considera simple, aparece la grandeza de las personas porque logran apreciar la magia de los instantes, lo valioso de los instantes efímeros y fugaces, esto lo sabe Aurora Clementini, quien con su profunda mirada y su encantadora sonrisa cautiva al lente fotográfico que tiene enfrente.

 

 

“La naturaleza somos nosotros mismos, por eso lo importante está adentro”.

 

 

CC: ¿Cuáles consideras que son los principales estigmas o clichés con los que hay que romper en torno a las modelos?

AC: Algo que tenía atrás y muy marcado, antes de decidir hacerlo, era pensar en el ego. Sentía que si modelaba iba a ser ególatra, en realidad no es eso, para nada, no en mi caso. La gente puede pensar que ser modelo es pretencioso o “creerse mucho”, pero no, todas las modelos que he conocido, no somos así. No me creo la más cool. Es importante la humildad, es creerse bien, estando adentro, tener la sensación de: WOW, esto es lo que soy, mi cara, mi cuerpo, cómo me muevo. No es algo con los demás, es conmigo.

Siento que me vuelvo más simpática y loquilla, para poderme divertir y hacer que los demás se relajen. Es un trabajo, pero busco divertirme y disfrutar.

 

CC: ¿Qué podrías decirles a las mujeres que no se consideran estéticamente validadas o bonitas?

AC: Puede parecer una frase hecha, pero la belleza es interior. Es una cuestión de llegar a donde sea y sentir la luz que traes adentro. Reconocerla y expandirla.

Yo, por muchos años sentí que no tenía derecho a brillar, no quería que me vieran, pero estamos en el mundo para brillar y compartir nuestra luz. Brillar no es algo malo ni ególatra, sino algo que nos merecemos por ser parte de la naturaleza. Algo muy importante es el trabajo constante, recordar que debemos construir el brillo.

 

 

 

 

CC: ¿Qué más podrías decir al respecto?

AC: Interiormente busco ayudar, pero también me he dado cuenta que debo guardar energía para mí.

Me siento una persona capaz de trasmitir alegría y una felicidad constante, y eso hace que me salga la sonrisa, pensando en mis amigos, en personas que voy conociendo en el camino.

Aunque también hay días en los que nos sentimos muy abajo por cosas triviales que quizá no vienen de adentro. No sentirse arriba todo el tiempo, también es parte de ese brillo.

 

CC: ¿Cómo construye el brillo Aurora?

AC: Ejercicios de gratitud, estar consigo misma, verse al espejo, sentirse enteramente, identificarlas tus emociones, recorrerlas.

Comer bien, porque no solo es de ser modelo, todos deberíamos comer en colores, porque me va a dar fuerza física, ejercicio y aunque a veces difícil porque no tenemos ganas, el día fue largo, pero buscar hacer siempre algo.

Ponernos fuertes para sentirlas, porque a veces nos vuelven vulnerables. Para ser vulnerable también hay que ser fuerte.

Me gusta habar con la luna, con todos los elementos de la naturaleza, y obvio conmigo, porque soy parte de la naturaleza.

 

Finaliza con una sonrisa inmensa, que luce acentuada por la luz que emana de su interior y que combina con la del entorno de la ciudad.

 

 

 

 

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