Tips Para Aumentar Tú Energía y No Sentirte Cansado
Hemos aprendido a lo largo de nuestra vida que los pilares para tener salud y bienestar incluyen una dieta balanceada y hacer ejercicio, sin embargo, con frecuencia podemos sentirnos cansados. ¿A qué se debe esto? Expertos coinciden en que un conjunto de pequeñas acciones cotidianas es lo que da resultados para sentirnos más saludables y enérgicos.
OBTÉN SUFICIENTE LUZ
Intenta pasar un momento de tu día al aire libre. Incluso cuando está nublado puedes beneficiarte de la luz mucho más que si estás en la oficina o en casa. Si aún estás en home office, puedes aprovechar para tomar tu almuerzo en un lugar de tu casa con bastante luz de día o sino, trata de tomar baños de sol por al menos 15 minutos de preferencia entre 9 a 11 de la mañana para cuidar mejor tu piel. Otra forma de conseguir energía es usar una lámpara de luz natural.
CONTROLA EL ESTRÉS
Es un hecho, cada vez está siendo cada más difícil afrontar el estrés del día a día, sobre todo si vives en una ciudad, pero la mala noticia es que el estrés agobia y provoca agotamiento, en nuestra mente y cuerpo.
De acuerdo a el doctor Daniel López Rosetti, cardiólogo y jefe del servicio de Medicina del Estrés, el primer mecanismo corporal ante el estrés agudo es prepararse para luchar o huir del otro (ese otro puede ser una persona, un problema o cualquier dificultad).
“Frente a ese evento intenso, como sentimos que tenemos que correr o huir, el corazón va a ir más rápido porque va a necesitar más sangre para los músculos. La presión arterial va a subir porque va a necesitar más presión para irrigar a los músculos para luchar o para huir. También se altera el azúcar en sangre, que es un combustible, y los niveles de azúcar se elevan porque se necesita más combustible para los músculos”, detalló López Rosetti.
En el camino para controlar el estrés, existen opciones como hablar con amigos o familiares, unirse a un grupo de apoyo o consultar a un psicoterapeuta. Leer, la meditación, el yoga u otra práctica de relajación son recursos para gestionar las emociones negativas.
Y es que la verdad, por más que podemos estar recibiendo un email por aquí, una llamada por allá, una notificación por acullá, debemos relajarnos y aprender a no estar disponibles prácticamente todo el día. ¡Eso es muy estresante! Nunca habíamos estado tan inundados con estímulos como lo estamos hoy en día. Y eso realmente puede afectar a tu cuerpo.
INTENTA SEGUIR UN RITMO DE SUEÑO ADECUADO
Según los expertos, una persona debe dormir entre 7 y 9 horas para renovar energías y afrontar las actividades del día siguiente. Aunque advierten que no existe un “número mágico” de horas de sueño que permita, ineludiblemente, obtener un descanso reparador, sí existe certeza sobre qué ocurre cuando se descansa profundamente.
Durante el sueño, el cuerpo se “resetea”. Es decir que en ese tiempo el organismo afronta una serie de acciones que garantizan los procesos de recuperación. Cuando esto no ocurre, existen posibilidades de que surjan problemas como: enfermedades cardíacas, disfunción eréctil y un sistema inmunitario debilitado.
“La anormalidad en el ciclo del sueño es una consecuencia de la vida moderna, las personas redujeron la cantidad de horas que duermen y eso deteriora la salud, tanto a nivel físico como mental. La falta de sueño genera malestar o embotamiento mental y además aumenta el riesgo de adoptar estilos de vida no saludables (como fumar, incrementar la ingesta de alimentos sin tener hambre, postergar responsabilidades) y altera la estabilidad del estado anímico”, explica la neumonóloga Mirta Castro, especialista en sueño y miembro del Comité Sueño, Oxigenoterapia y Asistencia Ventilatoria de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
ACTIVIDAD FÍSICA
Cuando realizamos actividad física el organismo se oxigena y descarga tensiones. El ejercicio le aporta a las células más energía para quemar y hace circular el oxígeno. Además, puede conducir a niveles más altos de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo.
El ejercicio ayuda a liberar hormonas saludables como las endorfinas, oxitocina, serotonina, dopamina, las llamadas hormonas de la felicidad, que contrarrestan el estrés oxidativo del día a día, además de mejorar el descanso, entre otras cosas.
Una forma sencilla de movernos más es simplemente caminar, una actividad cotidiana al alcance de todos. Seguir pequeños trucos al principio puede ayudar para sumar pasos cada día: dejar el auto más lejos del lugar de destino, evitar el transporte público para distancias menores a 15 cuadras, buscar recorridos silenciosos o apacibles cerca de nuestro hogar para hacer caminatas diarias de al menos 30 minutos.
EVITA EL TABACO Y EL ALCOHOL
No es nuevo saber que fumar daña la salud y aumenta exponencialmente el riesgo de desarrollar enfermedades graves. Es preocupante que cada año, más de 8 millones de personas mueren a causa del tabaco. Sin embargo, además de las consecuencias severas en el organismo, aún para quienes consumen 5 cigarrillos por día, el tabaco produce cansancio al debilitar los músculos.
La nicotina del tabaco es un estimulante, por lo que acelera el ritmo cardíaco, eleva la presión arterial y estimula la actividad de las ondas cerebrales asociadas con la vigilia, lo que dificulta conciliar el sueño.
Una investigación de la Universidad de Amsterdam, en Holanda, demostró que las personas que fuman se cansan más rápido que los de los no fumadores sin importar la cantidad de cigarrillos que consuman. La fatiga corporal está asociada a la baja oxigenación que provoca la nicotina.
Por otro lado, expertos de la Clínica Mayo de EEUU, destacan que el alcohol puede provocar una caída del azúcar en sangre. Si el nivel de azúcar en sangre cae a niveles muy bajos, puede aparecer fatiga, debilidad y alteración del estado de ánimo.
Las bebidas alcohólicas pueden provocar sueño o somnolencia, pero impiden que se alcancen las fases del sueño más profundas y suele provocar que las personas se despierten en medio de la noche. Inevitablemente, ese mal descanso produce cansancio.
TOMA MÁS AGUA
Si a nuestro organismo le falta hidratación, uno de los primeros signos es una sensación de fatiga. Beber agua en sus múltiples formas es imprescindible para mantener nuestro cuerpo hidratado.
Un consumo suficiente permite eliminar toxinas, mantener la piel sana, otorga energía y contribuye a una buena digestión.
El agua está en todas células del cuerpo y esas células necesitan agua para funcionar de manera eficiente. Desde lubricar las articulaciones hasta bombear sangre a los músculos, se necesita agua para realizar casi todas las funciones corporales.
Lo recomendable es tomar 8 vasos de agua o, su equivalente, dos litros por día, obviamente el requerimiento de líquido varía según el tamaño corporal, la sudoración y el tipo de actividad física que se realice. Sin embargo, la mayoría de los expertos coinciden en que 8 vasos al día sigue siendo una referencia válida para evitar el cansancio y mantener la energía corporal.
¡Te deseamos días llenos de energía y noches reparadoras!