Herlinda Olivos, La Abuelita Heredera del Mero Mole de Atocpan

 

 

Por: Yamilet Zempoalteca

 

 

El empoderamiento de la mujer tiene un papel cada vez más importante. Ahora las mujeres ya son reconocidas en muchos ámbitos: deporte, política, cultura, ciencia, cine y muchas otras actividades, aunque falta mucho por hacer. Existen historias que aún requieren atención por su ubicación en el tiempo.

 

¿Imaginas que las enseñanzas de las abuelas ayuden a todo un pueblo a desarrollar una actividad económica donde el 90 por ciento de su población se dedique a eso?

 

Es el caso de la señora Herlinda Olivos Ramírez de 87 años de edad, Cocinera Tradicional de San Pedro Atocpan, Milpa Alta; a quien en buena parte, se le debe la creación y organización de la Feria Nacional del Mole, que este 2022 cumple 45 años.

 

Corría el año de 1935, cuando el pueblo de San Pedro fue sorprendido por una tromba, llamada por los lugareños “Serpiente de Agua”, donde el agua y el lodo, se llevó todo a su paso provocando la muerte de cien personas, aproximadamente. Durante la celebración del Señor de las Misericordias en la capilla de Yencuictlalpan, quedó el registro de las víctimas. Aquella tragedia hizo que el presidente el general Lázaro Cárdenas, se cerciorara personalmente de que la ayuda llegara correctamente a los damnificados.

 

 

foto de cortesía

 

 

Ese año vio la luz por primera vez la niña Herlinda Olivos Ramírez, y lo que en esa época era dolor y luto por aquella “Serpiente de agua”, aquel alumbramiento trajo para el futuro abundancia y consuelo para una región donde la producción del maíz, el nopal y el pulque eran las principales actividades económicas. Décadas después, la producción y comercio del mole disputaría su espacio entre las actividades más importante de la alcaldía.

 

Herlinda Olivos, nativa de este pueblo, recuerda con nostalgia a su abuelita, la señora Rafaela Olivos quien le enseñó desde pequeña, el oficio de “molendera”. Así se les llamaba a las señoras que acudían a las casas a preparar el mole para bodas y bautizos.

 

Cacahuate, nuez, almendra, pasas, canela, semilla de cilantro, ajo, clavo, chocolate, anís, galleta, sal, plátano chiles mulato, ancho y pasilla son los ingredientes, que molidos en el metate crean la pasta del famoso mole almendrado de San Pedro Actopan en la alcaldía de Milpa Alta. Desde entonces, Doña Herlinda prepara así el mole, desde los siete años de edad, ayudando en esa faena a su abuelita Rafaela, a quien acompañaba a cada festividad.

 

 

foto de cortesía

 

 

Después, vino el matrimonio y la poca solvencia económica, el campo era la única actividad del pueblo, “no alcanzaba para la educación de los hijos”, decidió con valentía y decisión frente al marido, emprender el negocio del mole con la receta que su abuela le heredó y que se convertiría en el sustento de su familia, hasta ahora.

 

Nada fue fácil, tuvo que salir a vender a la ciudad y convencer a los clientes de probadita en probadita. Estaba segura de que su mole era delicioso. Así fue ganando clientela hasta que pudo obtener un local en el Mercado Juventino Rosas, en ese entonces delegación Iztacalco.

 

En 1977 con motivo de la fiesta patronal de “El Señor de las Misericordias”, se organizó la primera cooperativa con ayuda del padre de la iglesia Damián Zárate Sandoval, que impulsaría a la organización de la primera Feria Nacional del Mole, respaldada por doña Herlinda y un grupo de molenderas. Ahora, 45 años después, ya como Feria Nacional alberga a más de 23 restauranteros nativos; 1,500 expositores de diferentes estados del país, y que por lo menos, antes de la pandemia por el Covid-19 recaudaba una derrama económica de 20 millones de pesos, generando más de 4 mil empleos directos e indirectos.

 

Este año la Feria se realiza del 1 al 23 de octubre 2022, donde se esperan 200 mil visitantes. El eslogan de este año: “Herederas de una tradición”, la cual es un reconocimiento a las mujeres que han compartido de generación en generación esta receta que es herencia de la sazón indígena, pasando por las cocinas novohispanas hasta llegar a nuestros tiempos para disfrute de los paladares.

 

Doña Herlinda ha impartido cursos, educó y dio carrera profesional a seis hijos, forjó un patrimonio y le dio una oportunidad a su pueblo para desarrollarse económicamente.

Cabe destacar que en la Feria no participan empresas cuyos dueños no sean del pueblo, esto le da la oportunidad de ser una fiesta cien por ciento autóctona.

 

 

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