Cosmética Coreana: ¿Qué es la esponja Konjac y cuáles son sus beneficios?
La aclamada rutina de belleza coreana sigue pisando fuerte y la esponja Konjac es uno de sus elementos de cosmética consentidos. Desde hace décadas es utilizada por millones de asiáticos; ya que no es un producto exclusivo para mujeres, los hombres la utilizan también puesto que es un exfoliante suave con grandes propiedades para la piel.
QUÉ ES Y CUÁLES SON SUS BENEFICIOS
Es una esponja que sirve como un exfoliante suave elaborado a partir de la planta asiática milenaria: Konjac. Tiene un alto contenido en fibra, además de fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio y vitaminas A, E, D y C. Esta esponja redonda es imprescindible en los rituales de limpieza facial desde hace un siglo, aunque hasta hace prácticamente unos años era una completa desconocida en nuestro país.
Sus beneficios van desde la limpieza profunda, atrapa toda la suciedad, bacterias e incluso la grasa; regenera la piel e incluso ayuda a la remoción de manchas, sin embargo, como todo producto estético, es importante consultarlo con el dermatólogo, ya que en pieles sensibles puede ser abrasiva.
TIPS BÁSICOS
- Nunca la utilices en seco: Una de las claves para su uso es remojarla lo suficiente para que se suavice por completo, de lo contrario, puede eliminar una capa más profunda de piel, dejando lesiones o marcas.
- Humedece la esponja con agua tibia.
- Limpia la piel con la esponja, lo aconsejable es hacerlo junto con tu limpiador habitual.
- Una vez hayas terminado de usarla, enjuágala con abundante agua, escúrrela y déjala secar. Para desinfectarla, sumérgela de vez en cuando en agua hirviendo (no más de dos minutos) de forma que puedas eliminar las bacterias que se depositen en ella. En ambientes muy húmedos se recomienda esterilizar la esponja cada 15 días para evitar la formación de hongos. Hervir la esponja y escurrir bien el exceso de agua y colgar. Al ser un producto que no contiene agregados químicos ni fibras sintéticas es necesario tomar precauciones para su correcta preservación, aseguran los expertos.
- Es recomendable guardarla en el refri (ya seca) para mantenerla fresca y conservarla en perfecto estado. Su duración es de unos dos meses, cuando notes que las fibras comienzan a estar dañadas es el momento de cambiarla por una nueva.