De Paradojas y Parafilias

 

Día Internacional del Orgullo LGBT

 

Joto, lilo, choto, invertido, mujercito, maricón, gay, lechuga, lesbiana, tortilla, machorra, heteroflexo… Los adjetivos calficativos, peyorativos, descriptivos y todo el diccionario de términos y alegorías con los que se identifica a los individuos con preferencias sexuales alternativas, son de llamar la atención.

 

Y también llama la atención que nuestra historia, cultura y sociedad esté tan consciente del papel protagónico de hombres a quienes les gustan los hombres, y mujeres a quienes les gustan las mujeres; los cuales han sido, en su momento, conquistadores de imperios, líderes religiosos, políticos o militares; grandes artistas plásticos, renombradas escritoras, iconos culturales referentes, ganadores de un premio Nobel o un Oscar, humanistas, científicos, lords, beatos o filántropos amados y respetados en todo el planeta.. pero cuando vemos un grupo de gays o lesbianas desfilando en pro del orgullo, por sus derechos básicos, como el matrimonio, o por cualquier otro motivo común de manifestación en este tercer milenio, entonces aquí es cuando el mundo se escandaliza y las alter-naciones sexuales son satanizadas.

 

Pero eso sí: nos seguimos vistiendo, peinando, cantando, divirtiendo y aconsejando de acuerdo a los dictados que imponen diseñadores, estrellas, socialités, comunicadores, astrólogos y grandes personalidades, que si no fueran gays, no tendrían tanto éxito.

 

Dicen que el mejor indicio de que alguien ya es famoso, está en que le comienzan a salir del closet «historias» y «testigos» de algún resbalón gay …! ¡Ups, qué escándala!

 

Las grandes estrellas de la actuación en la pantalla casera, el cine o de cualquier escenario que han logrado expresar su «lado femenino» o «masculino» hacen de la heteroflexibilidad, una obra maestra actoral. ¿Qué hubiera sido del teatro kabuki, el ballet, la ópera, el cine musical, los espectáculos estilo Broadway, el glam rock, la disco music o la era pop, sin tantas y tantas estrellas de gustos, digamos, » distintos » ?

 

Y los grandes comediantes no solo tienen su cuota obligada de chistes « gays «, sino que casi todos tienen montado su propia interpretación trasvestida por demás exitosa. O si no, pregúntenle a Gael o a DiCaprio; a Francis o a la Romo; a Chris RBD o a Christopher Reeve; a Elton o a Juanga; a Travolta o a Madonna; a Los Polivoces o a los Mascabrothers… A Hector Suárez o a Mauricio Garcés.

 

Es curioso, pero la ciencia, la antropología, la sociología y todas las disciplinas relacionadas con el ser humano dan su explicación acerca de la homosexualidad. De hecho, se dice que la atracción y experimentación entre seres del mismo género, es una parte normal en el proceso del crecimiento, madurez y aceptación. Lo que no es normal, ni maduro, ni se puede aceptar es la actitud histórica de una sociedad que los aprecia, pero los discrimina. Los hace estrellas, pero los cuestiona; son líderes, pero son tabú. La historia de sus vidas es motivo de moralinas y moralejas. Sus anécdotas se leen a escondidas, y sus obras se venden por millones.

 

Yo no estoy aquí para juzgar, promover o señalar. Lo único que digo es que cada quien tiene derecho a ser lo que quiera ser: pero si tu eres de los por sistema los odias, soslayas, descalificas y no toleras «lo gay». Allá tú. Pero si las» joterias», los «jotos » y los «afeminados » te dan mucha risa, no debes de olvidar que el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta… Y el que se aguanta mucho, a lo mejor un día descubre que entre la homofobia , la homofilia y la homosexualidad, tan solo la puerta de un delgado closet , está de por medio.

 

Yo no se nada. Yo solo sé que, como dijera el gran filósofo y divo de Juárez «Lo que se ve, no se juzga»

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