Historia de la Ofrenda de Muertos

Hoy traigo para ti una historia bastante interesante y fascinante. La historia de la Ofrenda de Muertos.

¿Por qué es una costumbre? ¿Qué es lo que no debe de faltar al ponerla? Aquí te cuento más acerca de esta bella tradición.

Se sabe que para los aztecas la festividad del Día de Muertos significaba el fin de la cosecha de frijol, garbanzo, maíz y calabaza, alimentos que eran ofrendados a la reina de la muerte.

Es costumbre que el primer día de Noviembre, la ofrenda sea dedicada a los niños y el día dos a los adultos. Representa una forma de reencontrarse con nuestros seres difuntos.

En la ofrenda no pueden faltar los platillos que más le gustaban al difunto, pan de muerto, tequila, atole, pulque, veladoras, vasos de agua y para las almas de los niños generalmente se ponen juguetes y dulces. Todo esto junto al retrato a quien se dedique el altar.

Este es el significado de algunos elementos que primordialmente se colocan en la Ofrenda.

• Agua: Es fuente de la vida y se ofrece a los espíritus para que sacien su sed después del largo recorrido que hicieron para visitarnos.
• Copal e incienso: Este elemento sirve para limpiar el lugar de malos espíritus y para que el alma del familiar pueda entrar a casa sin peligro.
• Pan de muerto: Para la iglesia es el cuerpo de cristo.
• Flores: Son símbolo de fiesta y alegría. Son indispensables para guiar el camino de nuestros muertos
• Retrato y espejo: Es el recordatorio del alma que nos visitará
• Arco: Representa la entrada al mundo de los muertos
• Papel picado: Simboliza el viento.
• Velas, veladoras y cirio: Representa el fuego. En la época de los indígenas se utilizaban trozos de ocote. La flama significa “dar luz”, fe y esperanza. También es la guía para que las ánimas lleguen a sus antiguos hogares.
• Cruz de ceniza: Sirve para que el alma de nuestros seres queridos puedan purificar sus culpas.
• Ropa: Se colocan diversas prendas limpias para que el difunto las lleve puestas al regresar al mundo de los muertos, se utiliza la ropa del fallecido para mantener conexión con su alma.

Dicho lo anterior la festividad comienza cuando una persona de la casa enciende las velas del altar susurrando los nombres de sus difuntos, se reza pidiendo a Dios para que lleguen con bien. Los familiares vivos se sientan en la mesa y comparten la comida, se puede escuchar la música que era del agrado del difunto, se recuerdan anécdotas de los seres difuntos. Finalmente, este festejo concluye cuando se apagan las veladoras y se despide a los espíritus, deseándoles buen viaje de regreso al más allá y pidiendo que regresen para el próximo año.