Vacunas, El Hallazgo Científico Que Prolongó la Esperanza de Vida
¿TE HAS PUESTO A PENSAR, PORQUE VIVIMOS TANTO TIEMPO?
Según informes de la OMS, la esperanza de vida en países desarrollados y subdesarrollados (en esta parte se encuentra México), la esperanza de vida supera los 90 años, a diferencia de hace 50 años, cuya longevidad no superaba los 60 años.
Con la pandemia que estamos viviendo, pensemos en las enfermedades que han devastado desde el siglo XIV a la población:
Tenemos a la peste negra o también conocida como peste bubónica, esta enfermedad transmitida por las pulgas que se alojan en ratas, es producida por una bacteria llamada Yersinia pestis. En el siglo XIV , la iglesia mandó a exterminar gatos, por creerlos relacionados a la brujería y por ende a Lucifer; estos son los principales depredadores de las ratas; al haber menos gatos y teniendo en cuenta que las condiciones de higiene en ese siglo eran prácticamente nulas, las ratas prosperaron y por lo tanto la enfermedad se esparció matando a casi la mitad de la población en Europa, sobreviviendo únicamente aquellos que empezaron a desarrollar inmunidad.
Otra enfermedad que causó grandes estragos en la mortalidad a nivel mundial, es la Viruela, producida por el virus variola. Esta enfermedad ha tenido repercusiones históricas, ya que en el siglo XVI, con la llegada de los Europeos al continente Americano, había unos cuantos portadores de este virus. Esta enfermedad era nueva en el continente, y se espació entre los pobladores locales a gran escala. Lo que nos dicta la historia, es que el virus variola fue uno de los agentes que más contribuyó a la conquista y al sometimiento de los pobladores nativos de américa, ya que estos, al no tener contacto previamente con este virus, no tenían ni un ápice de inmunidad, por lo que muchos fallecieron a causa de este virus. Sin embargo, se tienen registros históricos, que este virus ha afectado a la población desde hace más de 10,000 años. Por lo que, el descubrimiento de una vacuna contra dicha enfermedad en 1977, representó un triunfo para la salud. Actualmente, la viruela es considerada una enfermedad casi extinta, debido a que los programas de salud de todo el mundo, contemplan la aplicación de la vacuna contra la viruela en la infancia. Por desgracia, con el movimiento anti vacunas, que está presente desde finales del siglo XX, y que en esta última década ha tomado mayor auge, han vuelto a aparecer enfermedades que se creían extintas como la viruela.
Existen diversos tipos de vacunas, las atenuadas, inactivadas, de toxoides y combinadas. Las vacunas atenuadas son aquellas que tienen un virus o bacteria y siguen vivos, sin embargo no causan daño. Se podría decir coloquialmente que los organismos que están en estas, están semi-muertos con la finalidad de que el sistema inmune, reconozca a los patógenos y produzca defensas contra ellos, a la par de que los elimine completamente.
Las vacunas inactivadas, son las que tienen un organismo que puede ser virus o bacteria muerto en su composición. El mecanismo de acción de este tipo de vacunas es igual que el de las atenuadas.
Las vacunas con toxoides (sustancia química que produce daño), están compuestas por la toxina que en particular causa la enfermedad. No contienen a todo el patógeno. Un ejemplo de esta vacuna, es la del tétanos.
La toxina que ocasiona el tétanos se llama “Tetanospasmina” y es producida por una bacteria llamada “Clostridium tetanis” Lo que se hace es extraer de esta bacteria la sustancia y se pone en la vacuna, la toxina pasa por procesos para ser inactivada, para que cuando entre al cuerpo humano a través de la inyección, esta no cause daño y solo sirva para que el sistema inmune la reconozca y cree defensas.
Finalmente, las vacunas combinadas son las que tienen más de un tipo de virus, bacteria o toxina en su composición, y sirve para que se introduzca aquello que causa enfermedad en una sola vacuna. Todo esto se logra ya que existen un tipo en particular de células del sistema inmune que se llaman “Linfocitos de Memoria”, y son un tipo de células que producen anticuerpos que cuando entra un patógeno al cuerpo humano, se encarguen de recordarlos para crear defensas si en un futuro vuelve a entrar el agente causal de enfermedad.
Todo esto se hace para prevenir enfermedades que como hemos mencionado anteriormente, han causado una gran taza de mortandad. Es por eso que se ponen a una edad temprana.
Aunque cueste creerlo, México es uno de los países con uno de los mejores esquemas de vacunación. Los gobiernos se han dado cuenta que es mejor prevenir enfermedades con este esquema de vacunación, a corregir y aliviar los efectos de dichas enfermedades.
La siguiente tabla muestra el esquema de vacunación básico vigente en México
En otras Vacunas podemos encontrar la de la Varicela y la del VPH, estas son vacunas atenuadas. La de varicela se recomienda que se ponga en el transcurso del primer año de vida y la del VPH a partir de los 10 años.
Como podemos ver, las vacunas ayudan mucho. Gran parte de estas enfermedades en épocas pasadas, causaron la muerte de millones de personas. Las que llegaban a sobrevivir podían ser que lo hicieran sin problemas o que sufrieran secuelas a raíz de estos patógenos, como en el caso de la poliomielitis, que causa estragos en las extremidades de las personas afectadas.
Las vacunas ayudan más de lo que perjudican, pero con todo este conocimiento, desde los finales de la década de los 90’s ha surgido un movimiento. Este movimiento es conocido como “anti vacunas” y tiene el propósito de hacer creer a la gente, que las vacunas perjudican más de lo que benefician. Hablemos más a detalle de este movimiento.
Todo surgió cuando un médico inglés, llamado “Andrew Wakefield”, hizo un estudio donde los supuestos resultados, arrojaban una relación entre la vacuna triple viral, que combate sarampión, paperas, rubeola, y el autismo. Según sus interpretaciones, esta vacuna provocaría autismo. Sin lugar a dudas, este sería el inicio de una larga campaña que perdura hasta nuestros días para desprestigiar a las vacunas Tras ser publicados sus estudios en la prestigiosa revista “The lancet”, otros investigadores intentaron replicar y verificar sus afirmaciones. Sin embargo, Andrew lo hizo con fines personales.
LA HISTORIA DETRÁS DEL ARTÍCULO…
Resulta que en 1996 Andrew fue contratado por un abogado especializado en negligencia médica, solicitando evidencia científica de que la vacuna triple viral, causaba daño, esto con el fin de favorecer a más de 1500 familias que representaba dicho abogado.
Por su “investigación”, Andrew recibió nada más ni nada menos que £500,000 (650,000 dólares). El hospital donde trabajaba Andrew, “The royal free hospital”, no poseía ni un solo dato acerca de esta vacuna ni sus efectos. La publicación de Andrew, menciona a 12 niños que tuvieron autismo a raíz de la vacuna, pero resulta ser que los expedientes clínicos, los diagnósticos y las descripciones que menciona Andrew en su artículo, no correspondían con ninguno de los 12 niños mencionados. De manera que las investigaciones relacionadas a su artículo mostraron que de los 12 niños que menciona, solo un niño fue confirmado con autismo regresivo frente a los otros 11. Eso no es todo, este niño que dió positivo, ya había presentado datos y señales de autismo muchos antes de que fuera vacunado. Todo esto fue en picada para Andrew. En 1998 se publicó el articulo y para 2007 el Consejo Médico General del Reino Unido, comenzó su propia investigación del caso, ya que a raíz de sus publicación, el sarampión volvió a surgir en Inglaterra y otras partes del mundo porque los padres de familia se reusaban a vacunar a sus hijos, por miedo a que se convirtieran en autistas.
Finalmente, la investigación del consejo concluyó que actuó “deshonesta e irresponsablemente”, “mostro un cruel desprecio por el sufrimiento de niños y jóvenes al someterlos a pruebas innecesarias, tales como colonoscopias, punciones lumbares, pruebas con Bario y abuso de confianza. Gracias a esto, provocó la desacreditación de la profesión médica”. A raíz de lo anterior, le retiraron la licencia para ejercer medicina1.
En 2010 la revista “The Lancet”, retiró su artículo, sin embargo el daño ya estaba hecho. Actualmente Andrew vive en Estados Unidos, donde sigue defendiendo su postura de que las vacunas son dañinas. Para comprobar la seguridad de las vacunas, se han realizado estudios, entre los cuales se incluyeron a 96,000 niños comprobando que ninguno tuvo efectos contraproducentes. Otro publicado por The New England Journal of Medicine, donde se incluyeron en la muestra a 537,303.
Hasta el momento no se ha encontrado relación entre la vacuna Triple viral y el autismo inclusive en niños que tienen riesgo, (familiares con autismo).”1
Como hemos leído, las vacunas en realidad provocan un beneficio, contrario a lo que se pueda creer. Cuando a alguien lo vacunan, es normal que se llegue a presentar fiebre y un poco de dolor, ya que el sistema inmune trabaja y reconoce a los patógenos. Pero esto es pasajero, no dura mucho y no causa daños.
Por favor, tú que me estás leyendo, piensa en lo malo que podría ser recomendar no aplicar vacunas a tus hijos, sobrinos o cualquier infante.
Los niños que no están vacunados deben estar casi aislados, ya que cualquier patógeno que entre en sus organismos pueden causas daños inimaginables. Es mejor informarnos y leer fuentes fidedignas. Todo esto lo comparto desde mi punto de vista personal, basado en que soy un profesional de la salud. Si aún tienes incertidumbre, piensa en la pandemia que estamos viviendo. Los virus y bacterias que no se tratan a tiempo, mutan y por eso más adelante es más complicado encontrar un tratamiento para erradicar la enfermedad. Si no crees en los beneficios de las vacunas, y/o no crees en la pandemia que estamos viviendo; es válido tu punto de vista, solo por favor, no arriesgues a los que no piensan igual que tú. Los virus y bacterias son peligrosos para nuestra salud, en mayor o menor magnitud según sea el caso. Por ello, no te arriesgues. Vacúnate y vacuna a los cercanos a ti.
“Más vale prevenir que lamentar”.- Refrán Mexicano
Referencias
1 “La ciencia vs los anti-vacunas” Escuela Andaluza de Salud Pública. https://www.easp.es/blogmsp/2018/10/28/la-ciencia-vs-los-anti-vacunas/