Grandes Mujeres: Marie Curie, Un Parteaguas Para La Educación De La Mujer
La única persona en la historia de los premios Nobel, siendo dos veces galardonada y en categorías diferentes; es una mujer. Su nombre es: Marie Curie.
Marie representa un antes y después en la educación de la mujer, ya que a inicios del siglo XX, las mujeres en Europa no podían acceder a la educación superior. Estaban delegadas a trabajos domésticos o más mecánicos; se creía que las actividades intelectuales, estaban reservadas para los varones. Ella fue a demostrar, que las mujeres tenían las mismas capacidades para desenvolverse en una carrera científica, tanto como los hombres.
Marie es recordada por sus premios nobel. El primero lo ganó en conjunto con Henry Beckerel y su esposo Pierre Curie. Este premio se le otorgo en la categoría de física y fue por el descubrimiento del elemento Nº 88 de la tabla periódica al que se le denomino “radio”; a la par se acuño el término “radiactividad”, que describe al fenómeno que ejercen los elementos periódicos de ser inestables y liberar energía. El segundo premio se le otorgo a ella sola en la categoría de química, y fue por descubrir el elemento Nº 84 de la tabla periódica; a este se le bautizó como “Polonio”, en honor a su patria.
El nombre de soltera de Marie Curie es “Marja Sklodowska”, nació en Varsovia capital de Polonia en 1867. Ella fue la menor de 5 hermanas, su padre era Wladyslaw Sklodowski era Licenciado en Física por la Universidad de San Petersburgo y enseñaba Física y Química en la Universidad de Varsovia. Su madre Bronislawa Boguska; quien fue directora de una prestigiosa escuela para señoritas en Varsovia. Marie desde una edad muy temprana se interesó en las ciencias, su padre, tenía una mentalidad más abierta, y aunque en ese tiempo no se permitía que las mujeres aprendieran ciencias, su padre fue su primer maestro y le enseño todo lo que sabía de física.
En 1876 murió su hermana mayor; Zofia y en 1878 su madre Bronislawa. Estos hechos provocaron en Marie una gran tristeza, por lo que se refugió en el pensamiento crítico y raciocinio y descubrió que sentía un gran placer al comprender los fenómenos del mundo que la rodeaba.
Hay que tomar en cuenta las circunstancias históricas de la época. Polonia pertenecía al imperio Ruso, el cual estaba bajo el mando de la familia Romanov. En 1863 el zar Alejandro II mando a redactar un estatuto que prohibía a las mujeres tener acceso a la educación superior.
La idea de que la mujer no era apta para trabajos que requerían una ardua energía física y/o mental, fue muy difundida por filósofos celebres de la época, tales son Pierre-Joseph Proudhon y Arthur Schopenhauer. Sus ideas tenían casi un siglo de vigencia, sin embargo, para finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, otros intelectuales como François Pollain y Mary Wollstonecraft opinaban que los hombres y mujeres estaban capacitados para trabajos físicos e intelectuales por igual. Gracias a esto, se empezó la lucha por abrir la educación a la mujer y algunas de las primeras Universidades en Europa que abrieron sus puertas a las mujeres fueron: Universidad de la Sorbona en Francia, Universidad de Edimburgo en Escocia y la Universidad de Halle en Alemania. Con esta apertura, Marie se planteó como objetivo ingresar a la Universidad de la Sorbona. Para alcanzarlo, Marie trabajo arduamente, 14 horas/día sin descanso para obtener el dinero suficiente para irse a vivir a Francia y entras a la Universidad. Con ayuda de su familia, Marie apoyo primero a su hermana Bronia, a que estudiara Medicina en la misma universidad, finalmente, cuando ella concluyo sus estudios, ayudo a Marie a ingresar a la universidad. Marie había alcanzado su objetivo: Ingresar a los estudios superiores. Llego a Paris en 1891, con 24 años de edad su espíritu se había vuelto indomable; no descansaría hasta ser científica. Amaba el estudio de la física y la matemática, sin embargo, aunque podían las mujeres ya estudiar carreras superiores, el ambiente aún era algo frio, y hasta cierto punto tosco para las mujeres, a las cuales miraban como si no pertenecerán a ese lugar, esto lo hacían tantos compañeros como profesores ya que la proporción era de 23 estudiantes femeninas contra más de 2000 alumnos varones. Claro está que no había ninguna profesora.
Con el paso del tiempo, Marie seguía siendo una mujer de espíritu indomable, el único detalle es que tenía lagunas con el trabajo experimental, así que se avoco aún más al estudio. En sus escritos autobiografía comenta “Todo lo que veía y aprendía era un nuevo deleite para mí. Era como si hubiese un nuevo mundo, el mundo de la ciencia, que por fi me estaba permitiendo conocer con entera libertad”(1). Todas las mal pasadas, los desvelos, la mala alimentación por la auto exigencia, todo valió la pena al final, ya que en Julio de 1893 en el anfiteatro de la Universidad, se anunciaban las calificaciones finales por orden de la nota más alta a la más baja. El primer nombre que se gritó que tenía la nota máxima no fue ni más ni menos que nuestra querida Mademoiselle Curie. Logro ser Licenciada en Física, más tarde ese mismo año, su querido profesor Gabriel Lippmann le anuncio que había conseguido su primer trabajo remunerado: Estudiaría las propiedades magnéticas del acero bajo la tutela del mismo profesor, a la par que estudiaría la Licenciatura en Matemáticas. Paso el tiempo, ella se dividía entre su trabajo de laboratorio y sus estudios en matemáticas, sin embargo, necesitaba un lugar más amplio para hacer sus estudios. Fue de esta forma y gracias a Jozef Kowalski que conoció, a quien sería su futuro esposo y el amor de su vida… a nada ni más ni nada menos que a Pierre Curie. Pierre trabajaba en la Escuela Municipal de Física y Química Industrial de Paris.
No se puede negar la atracción que hubo al instante en cuanto los dos se conocieron, aunque se llevaban ocho años, las capacidades intelectuales de ambos eran notables. A ella le impresiono su serenidad, su forma de hablar tan elocuente, su seguridad en sí mismo, su forma de pensar e ideales de libertad, sus interés en favor de la humanidad y por supuesto tenían en común; claro está, la ciencia. El empezó a cortejarla y le ayudo a conseguir su propio laboratorio para llevar a cabo sus investigaciones. Para 1894 Marie se Licencio en Matemáticas, regreso a Polonia pero la situación en su país seguían siendo desfavorables paras las mujeres. Nuestra querida científica, que se caracterizó por ser una mujer que anteponía la razón a todo lo demás, no pudo evitar enamorarse pérdida y locamente de Pierre, por fortuna, el enamoramiento fue mutuo. Para 1895, Pierre consiguió su doctorado junto con los beneficios que implicaba, que era tener su laboratorio propio y una plaza de catedrático en la Universidad. El amor que Pierre sentía por Marie, era tan grande, que estaba dispuesto a abandonar su plaza como profesor, su laboratorio, a abandonar todo, con tal de seguir a Marie a Polonia. En este nuevo país, él se conformaba con dar clases de francés, siempre y cuando eso implicara estar con la mujer que amaba. Para Marie, el hecho de que Pierre estuviera dispuesto a abandonarlo todo por ella, hizo que se diera cuenta que Pierre era el amor de su vida, y que en Francia aparte de tener una carrera científica, estaría con el hombre que amo con todo su ser. Así, en 1895, Marie y Pierre formaron uno de los matrimonios más celebres en la historia de la humanidad: El matrimonio Curie.
En 1897 Marie se propuso un nuevo objetivo: Doctorarse en Física, su tema de tesis empezó siendo investigando las sales de Uranio y los que Beckerel había nombrado como rayos X. Ese sería el comienzo de su fama como científica. A lo largo de 1898 se dio cuenta que las sales de uranio eran muy inestables por lo que debía estudiar materiales que se le parecieran. En la Universidad había una colección de geología, entre estas había un mineral llamado “Pechblenda”, este mineral producía 300 veces más radiación que la del Uranio. Esto la llevo a pensar, que dentro de este mineral podía haber algo más, quizá un nuevo elemento. Casi 30 años antes el científico Dimitri Mendeléiev había diseñado la tabla periódica que hoy en día seguimos usando; y agrupo los elementos que se conocían según sus propiedades físicas y su peso atómico. Para poder añadir un nuevo elemento, se debía determinar el peso atómico de cada nuevo elemento descubierto. 1898 fue un año lleno fue ajetreado, ya que tanto Pierre como Marie se dedicaron completamente a descifrar cual era este nuevo elemento que producía tanta radioactividad. La realidad histórica, fue que mandaron un comunicado a la Academia de Ciencias de Paris, para anunciar el descubrimiento de un nuevo elemento, pero este solo había sido cualificado por sus propiedades físicas, no se había determinado aún su peso atómico, sin embargo se dijo que tenía características parecidas al Bismuto, de ser cierto y ser un nuevo elemento lo bautizarían como “Polonio” en honor a la patria de Marie. Pero al percatarse de que, aun separando este elemento la pechblenda seguía siendo radioactiva, pensaron que en este mineral no había uno si no dos elementos nuevos. A este nuevo lo bautizaron “radio”, `del latín radius que significa rayo.
Para 1899, encontraron una minería donde extraían el Uranio y de ahí vieron que la pechblenda era considerada un residuo sin valor, por lo que, con toneladas de pechblenda, la trasladaron hasta el laboratorio que tenían Pierre y Marie a las afueras de la Universidad de la Sorbona, ahí pasaron meses purificando la pechblenda para extraer el radio y cuantificar su masa atómica. Para 1902, tras haber procesado 8 toneladas de pechblenda, combinar sus trabajos como docentes, Pierre en la Universidad de la Sorbona y Marie como profesora de la Escuela Normal Superior Femenina de Sèvres (formaban a maestras de secundaria), y ser padres de una hija a la que llamaron “Irene, lograron al fin obtener a penas 1dg (decigramo) de (RaCl2) Cloruro de Radio, que solo era visible con microscopio, pudieron descifrar que el peso atómico del Radio era de 222.3 u.m.a (unidad de masa atómica). Con esto ya no había posibilidad de seguir negando la existencia de este elemento. Para Junio de 1903 Marie tuvo que presentar su defensa de tesis doctoral, en un auditorio lleno de amigos, familia y científicos notables, nuestra querida Madame, hablo sin titubeos, con esa seguridad tan característica y con ese aire de seguridad como si hubiera nacido para hablar de ciencia. Después de haber terminado y los jueces deliberaron, su querido amigo y profesor el Dr. Lippmann anuncio que había obtenido una calificación sobre saliente cum laude (con alabanza), este hecho fue histórico. Ya que convirtió a Marie Curie en ser la primera mujer en obtener un Doctorado en ciencias. Para Noviembre de 1903 les llego un telegrama, anunciándoles que en conjunto habían sido galardonados con el Premio Nobel de Física, cuya edición apenas iba en la cuarta. El Nobel no era un premio muy reconocido, sin embargo, Inglaterra, Alemania y otros países de Europa querían escuchar, leer y saber más del descubrimiento que hicieron en conjunto. Es de esta forma que Marie Curie se convirtió en la primera mujer en la historia en ganar un Nobel en Fisca y 8 años más tarde en 1911, quedaría aún más recordada en la historia, ya que retomando sus trabajos previos, decidió purificar el Polonio, convirtiéndolo en el elemento Nº 84. Con esto se le galardono con el Nobel de Química en su Decima segunda edición. Desde entonces nadie, absolutamente nadie ni hombre ni mujer ha logrado lo que ella: 2 Premios Nobel en categorías diferentes. Fue la primera mujer en obtener un Doctorado en Física y ser la primera mujer en dar catedra en una Universidad tan prestigiosa como lo fue y es la Universidad de la Sorbona en Paris Francia.
A esta notable mujer debemos recordarla por tener el valor de demostrar con hechos y no solo con palabras, que no era inferior a ningún hombre, que su intelecto era igual o superior a cualquiera de sus congéneres y colegas. Madame Curie tuvo pérdidas grandes en su vida, como la muerte de sus hermanas, su madre, su padre que falleció meses antes de presentar su tesis doctoral, que tuvo que ver como su Patria seguía siendo consumida por el imperio Ruso y que, por desgracia, fue víctima de sus propios descubrimientos al fallecer de cáncer en 1934. Para ella la razón, la lógica, el frio conocimiento científico la dominaban, pero jamás podremos de tacharla de una mujer sin corazón, porque sufrió con gran pesar cada una de las muertes de sus seres queridos. El luto que tuvo que llevar por la pérdida de su compañero, amigo y amor de su vida, su esposo Pierre, le duro muchos años. Para ella su motivación era dejar algo para la humanidad, algo que beneficiara al conocimiento humano y esperaba que sus descubrimientos pudieran ayudar de alguna forma al resto de la humanidad. Ahora sabemos que la radiactividad, puede producir cáncer, pero también puede eliminarlo, tiene incontables usos en el área médica para ayudar a detectar enfermedades que aparentemente son imperceptibles.
Madame Marie Curie, la dama que cambió la perspectiva de la sociedad Europea acerca de las capacidades de las mujeres. Gracias a esta notable mujer, es que hoy en día, tenemos un sin número de mujeres ejerciendo la ciencia, con licenciaturas, ingenierías, maestrías y doctorados y que siguen ayudado al crecimiento de la ciencia en todo el mundo.
“Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales, de creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres. Y yo no soy inferior a ninguno de ellos” Marie Curie”
(1) Referencias: Autor: Anónimo “Marie Curie” Editorial RBA p.p. 34
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